De una manera u otra la mayoría de los seres humanos, pero particularmente aquellos que deben ejercer liderazgo, están llamados a transformar esta sociedad en algo mejor. No es fácil esta tarea. Frente a ese enorme desafío, no puedo si no pensar en tantas declaraciones y equívocos discursos políticos que esconden una creencia en fórmulas mágicas, capaces de explicar el comportamiento humano desde una función lógica y racionalista, olvidando la dimensión personal, libre y única de cada individuo.
Rafael Mies
27 de noviembre del 2018