Desde una mirada económica, la industria inmobiliaria tiene una relevancia enorme en el PIB y el empleo de un país; así también, desde el punto de vista urbano, impacta desarrollando los espacios de convivencia pública y privada; y desde la mirada social, afecta diariamente la calidad de vida de las personas.
Para lograr un desarrollo sustentable de nuestras ciudades, sin duda se requiere de regulación, principalmente para abordar las externalidades positivas y negativas que generan los diversos proyectos -públicos y privados- y establecer reglas del juego que den certeza tanto a las comunidades como a los desarrolladores.
No obstante, en contextos tan complejos como son las ciudades, con múltiples actores e instituciones interviniendo, distintas fuerzas económicas, sociales y ambientales se enfrentan y tensionan, forzando en muchos casos regulaciones poco efectivas o que generan efectos contrarios a los deseados; congelamiento de territorios, infraestructura subutilizada, pérdida de patrimonio urbano, deterioro de barrios centrales, alza de valor del suelo y de los activos inmobiliarios ya existentes, entre otros.
¿Qué fuerzas del entorno económico, social, institucional y ambiental debieran ser consideradas al momento de pensar en un desarrollo? ¿Cómo planificar proyectos inmobiliarios que se adelanten a las dinámicas existentes y puedan detectar y contrarrestar los riesgos subyacentes? ¿Quiénes son los actores relevantes que están influyendo de mayor manera en estas fuerzas? Estas son las preguntas que busca resolver la discusión en este programa Desarrollo Inmobiliario y Ciudad del ESE Business School de la Universidad de los Andes.
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