Analizar los principales desafíos que enfrenta actualmente la empresa en Chile, como, por ejemplo, generar una cultura de integridad que se traduzca en conductas concretas en su actividad cotidiana, fue el objetivo del Foro: "Cultura de Integridad en la empresa ", el cual fue organizado por el Centro de Ética Empresarial del ESE Business School.
La inauguración del foro estuvo a cargo del director general del ESE, Raimundo Monge, quien les dio la bienvenida a todos los asistentes y recalcó la importancia de este encuentro.
"Como ustedes saben el ESE Business School ha tenido desde sus orígenes la misión de formar empresarios y directivos no solo en los conocimientos y habilidades, sino también en las virtudes necesarias para lograr una formación integral. En este sentido, aspiramos a formar mejores directivos y mejores personas. Creemos también que la integridad de los actos que involucra a las empresas, sus ejecutivos y colaboradores son los que otorgan una auténtica legitimidad y una necesaria sustentabilidad a las tareas empresariales", señaló.
Además, agregó que "estamos convencidos que la formación ética contribuye decisivamente al buen éxito económico de las empresas y a formar ambientes de trabajo vigorizantes y de gran calidad humana".
Por su parte, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Alfonso Swett, se refirió a la percepción de la sociedad sobre las empresas, destacando que la evolución de las confianzas hacia las compañías ha caído mucho los últimos años y no ha logrado repuntar.
"Claramente tenemos optimismo y estamos positivos frente a lo que viene. Hemos construido una agenda para que la empresa no se centre en las utilidades, sino que en la sociedad. Nos estamos haciendo cargo de los abusos que se puedan cometer, información privilegiada, poder, etc.".
Además, agregó que "yo quiero ser súper claro, no quiere decir que las utilidades no importen, estamos diciendo que nuestra mirada tiene que llegar hacia la sociedad y ser un aporte para todos. Las utilidades son importantes porque son un indicador de que se están haciendo las cosas bien y en el mundo actual es muy difícil. Como dato, hay 564 empresas que han quebrado de enero a mayo 2018, un 56% más que el año pasado, hoy día obtener rentabilidades es tremendamente difícil".
Por otro lado, destacó que las utilidades de las empresas son la "bencina" del estado y cumplen un rol social.
"No existe mayor recaudador que el crecimiento económico, un punto de PIB son 600 millones de dólares que puede administrar el Estado. Es por esto que las utilidades son tremendamente importantes, pero esto no significa que sean el fin, sino que son un medio para aportarle a la sociedad", afirmó.
Para continuar, el profesor del área de Dirección de Personas del ESE Business School, Raúl Lagomarsino, realizó una presentación sobre "Cultura de Integridad: ¿alcanza con líderes íntegros?".
"En la cultura de integridad es muy importante tener un líder íntegro, honesto, con ética y transparente. Es necesario que hayan líderes en las empresas que se la jueguen por hacer las cosas correctas. Pero no alcanza solo con esto y no es suficiente. La cultura no es solo el qué se hace, sino el por qué se hace", comentó.
En esta misma línea, agregó que "la única forma de cambiar una cultura es desde arriba hacia abajo, con el ejemplo".
Con respecto a cómo cambiar las conductas de los colaboradores de una empresa, resaltó que son muy importantes los incentivos.
"Hay que pensar en una serie de incentivos para quienes son los mejores, ellos tienen que tener clarísimo que son el "jugador" más valorado. No se pueden tener operaciones de excelencia sin operarios de excelencia, y para eso hay que exigir la excelencia", resaltó.
Para concluir, el profesor de Dirección de Personas afirmó que "la cultura que predomina no suele ser la mejor de las que se esperan, sino la peor de las que se permiten".
Para continuar con el foro, el director del Centro de Ética Empresarial, Álvaro Pezoa, presentó "Formación de directivos y colaboradores en la empresa: una necesidad ineludible", en donde destacó la importancia del rol que cumplen los directivos de las empresas.
"Al mundo empresarial y principalmente a sus directivos les toca cumplir un rol aristocrático. Toda sociedad requiere de un grupo de líderes que confluya la organización social y que se preocupe de la vida, entorno y el transito al bien común", explicó.
En esta misma línea, agregó que "quiero rescatar que uso el término de grupo aristocrático como algo sociológico, ya que se necesita en todo orden social. La palabra aristocracia en su más estricto rigor significa el gobierno de los mejores".
Con respecto a las funciones que cumplen los directivos de las compañías, resaltó la importancia de preocuparse por el bien común, organizar la sociedad y cumplir con un rol estético y ejemplar, donde todo directivo y gobernarte tienen un rol formador y educativo.
"Los directivos en cada uno de sus entornos les toca ejercer y hacerse cargo de este rol para conducir a la sociedad. Ojalá sus méritos, condiciones, preparación en conocimientos y en carácter se potencien para ejercer bien la libertad", concluyó.