El Centro Trabajo y Familia del ESE Business School llevó a cabo el cuarto encuentro del Club Empresas Trabajo y Familia, en el que representantes de distintas organizaciones se reunieron para reflexionar en torno al propósito organizacional como motor de sostenibilidad, compromiso y retención del talento.
La exposición a cargo del profesor Álvaro Espejo, director de la Cátedra Coca Cola Andina, destacó cómo en las últimas dos décadas el propósito ha pasado de ser un concepto incipiente para convertirse en tema central de investigación y gestión. Hoy, muchas compañías funcionan en base a objetivos, pero cada vez más reconocen la necesidad de definir explícitamente su propósito para poder hacerlo operativo. Como se discutió, el propósito no es un eslogan atractivo, sino la razón que justifica la existencia de la organización y su aporte a la sociedad.
El debate se nutrió de la definición propuesta por John Almandoz, profesor de Dirección de Personas en las Organizaciones del IESE, que describe el propósito organizacional como "la razón de existir que unifica y da sentido a la organización, al entregar fines que son valorados por la sociedad o los stakeholders". Este cruce entre identidad y sociedad, entre el "nosotros" y el aporte al entorno, fue la base para la conversación posterior entre las empresas participantes.
Durante el diálogo se compartieron experiencias y dudas respecto a cómo lograr que el propósito no quede en declaraciones abstractas, sino que se traduzca en impacto real. Entre los principales puntos destacados estuvieron:
• El desafío de conectar las pasiones individuales con el trabajo diario.
• El impacto positivo en industrias como salud y educación, aunque con el riesgo de generar frustración o burnout cuando el propósito no se concreta en resultados visibles.
• El peligro de que un propósito demasiado ambicioso provoque desconexión si los colaboradores no perciben su viabilidad.
• La necesidad de mostrar y comunicar el impacto concreto de las acciones, como elemento clave de sentido y retención.
Asimismo, se discutió que el propósito personal suele ser más amplio que el organizacional, por lo que atraer y retener talento implica ofrecer más que un ideal compartido. En este contexto, las nuevas generaciones buscan trabajos que trasciendan la compensación económica y que les permitan percibir el valor de su aporte.
Con este encuentro, el Club Empresas Trabajo y Familia reafirma su rol como espacio de diálogo y aprendizaje colectivo, donde las organizaciones pueden contrastar experiencias y avanzar en la construcción de culturas sostenibles, centradas en las personas y en su impacto en la sociedad. Los dejamos invitados al próximo conversatorio, y último del año, que se realizará el jueves 16 de octubre.